El Consejo del Gobierno de Tenerife, la más grande de las islas Canarias de España, decidió el pasado jueves bajar de nivel de alerta 2 (semáforo ámbar) a nivel de alerta 1 (verde) dada la mejora en incidencias de la pandemia, así lo explicó su portavoz, Julio Pérez, señalando que las medidas excepcionales para los días de Carnaval se aplicará también en la Isla.
Además del toque de queda, que vuelve a las diez de la noche, están prohibidas todo tipo de verbenas, fiestas o actos similares. También, se limita el número de personas no convivientes que se pueden reunir (seis, en nivel de alerta 1 y 2, cuatro en nivel 3 y dos en nivel 4) y se produce el cierre anticipado de la hostelería (a las 22.00 en toda Canarias, menos en Lanzarote, donde seguirán cerrando a las 18.00).
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La publicación además incide en la necesidad de controlar al máximo aquellas actividades “que propicien aglomeraciones”, en hostelería, restauración y terrazas, bares y cafeterías: “Quedan prohibidas las actividades que propicien aglomeraciones, no mantener la distancia de seguridad interpersonal o un uso incorrecto de mascarillas, tales como la celebración de fiestas, bailes, karaokes, concursos, conciertos o música ambiental que inviten a bailar o cantar”.
Todas estas medidas entraron en vigor a medianoche.