Una de las culturas más destacadas de Mesoamérica fueron Los mexicas antes de la llegada de los españoles en 1519 y la posterior Conquista de México, en 1521.
La historia sobre la Fundación de Tenochtitlan cuenta que un grupo de personas venidas de Aztlán, una isla aparentemente del norte del país viajó por varios años guiándose por su dios Huitzilopochtli hasta que encontraron la señal del águila parada sobre un nopal devorando una serpiente, en un islote ubicado en medio del Lago de Texcoco, indicando que deben quedarse en ese lugar y crear la gran ciudad.
Cuenta la leyenda que después de su largo peregrinar, los aztecas vislumbraron la mítica imagen el 13 de marzo de 1325, así que, cumplida la profecía, procedieron a la fundación de la gran Tenochtitlán, en esa zona del Lago de Texcoco, según lo registra el Códice Mendoza.
¿Cómo sucedió el descubrimiento?
Una hermosa mañana, Cuaucóatl y Axolohua, dos guardianes del dios de la guerra Huitzilopochtli el principal del panteón mexica, caminaban por un campo lleno de cañas y de olorosas juncias. De pronto se dieron cuenta de que se encontraban en el lugar que el dios había señalado como el destinado para fundar la ciudad de Tenochtitlan. Después de un largo peregrinaje por fin encontraban lo que tanto habían buscado en su larguísimo peregrinaje.
No habían salido de su asombro cuando vieron una cueva cerrada por cuatro rocas: una se encontraba en el oriente sin agua que la agitara; otra en el norte, de donde brotaba un agua azul-verdosa. Al ver tal maravilla, los guardianes lloraron de alborozo.
Los dos guardianes se dirigieron a Temazcatitlan, lugar donde se encontraban los mexicas, a comunicar a Cuauhtlaquezqui, el sacerdote encarnación terrenal del mismo dios Huitzilopochtli, el prodigio que habían visto
Cuaucóhuatl reunió a los ancianos y demás integrantes de la tribu y les comunicó las palabras del dios, dichas por conducto del sacerdote. Los mexicas escucharon, y se dirigieron al lugar de la cueva, las cañas y las juncias. Al llegar, vieron al águila parada en el nopal. Cuando el águila vio a los mexicas, inclinó la cabeza respetuosamente.
Vieron que el águila tenía un nido hecho de plumas del ave llamada azulejo, de quetzales y de aves rojas. Vieron esparcidos por el suelo cabezas, patas y huesos de aves preciosas devoradas por el águila. En ese momento, el dios Huitzilopochtli habló:
-¡Ah, mexicas, aquí será México-Tenochtitlan, el lugar indicado por mí para fundar nuestra gran ciudad!
¿Qué significa el águila y el nopal?
El águila es una imagen del astro solar, mientras que la serpiente se concibió como un símbolo de fertilidad y de lo terrenal en aquellos pueblos agrícolas; por su parte, el nopal fue un árbol sagrado para los mexicas, tal como la ceiba lo fue para los mayas; las tunas representaron al corazón humano, el mayor emblema sacrificial dirigido a los dioses.
Esta leyenda tomó tanta relevancia a través de los años, que ahora forma parte de la historia de México, pues estos símbolos ahora se encuentran en la bandera de nuestro país.
mvls