Los gatos son criaturas asombrosas de las cuales continuamente se pueden aprender nuevas y fascinantes cosas. Desde su comportamiento, como el motivo detrás de su acto de lamer y luego morder, o la razón por la que llevan presas muertas a casa, hasta sus habilidades y peculiaridades.
Adquirir conocimiento sobre todos los aspectos relacionados con estas mascotas no solo contribuye a brindarles un mejor cuidado, sino también a garantizar su seguridad y bienestar, evitando cometer errores que podrían tener consecuencias perjudiciales. Un ejemplo claro de esto es cortar sus bigotes, una práctica que definitivamente debe evitarse.
Estos animales poseen alrededor de doce bigotes en cada lado de su hocico, conocidos como vibrisas. Aunque son los más prominentes y reconocibles, no son los únicos. También tienen otros bigotes más cortos en diversas áreas de su rostro y cuerpo. Sin embargo, su propósito no es meramente estético.
Los bigotes de los gatos desempeñan un papel fundamental en sus vidas, por lo que cortarlos está totalmente desaconsejado.
¿Por qué no debes cortar los bigotes de un gato?
Cada uno de los bigotes de un gato crece desde un folículo piloso rodeado de terminaciones nerviosas. Esto es porque los bigotes son uno de los órganos sensoriales del felino.
La función principal de estos pelos especializados es proporcionar información sobre el entorno del gato, especialmente acerca de la distancia entre el felino y los objetos circundantes. Uno de los usos más comunes de esta información es para determinar si el gato podrá caber en ciertos espacios, considerando las dimensiones de su cuerpo, sobre todo en áreas estrechas.
Además, los bigotes son sensibles a los movimientos del aire y las vibraciones, lo que brinda información valiosa a los gatos para identificar acontecimientos en su entorno y permanecer alerta ante la posible presencia de presas o amenazas. Esta habilidad es especialmente beneficiosa en situaciones o ambientes con poca visibilidad, como durante la noche.
Es esencial reconocer la sensibilidad de los bigotes de los gatos, ya que incluso el roce ligero puede resultar incómodo para ellos. También son una forma de comunicación: bigotes relajados hacia los lados indican tranquilidad, mientras que si están hacia atrás, denotan miedo, y si están hacia adelante, señalan alerta.
Cortar los bigotes de un gato no solo carece de motivo lógico alguno, sino que también le privaría de toda la información y capacidad de comunicación que son esenciales para su rutina diaria. Por ende, es crucial respetar y preservar esta parte importante de su anatomía.