La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido durante mucho tiempo un faro de excelencia académica en América Latina, por lo que su prestigio no sólo radica en la calidad de su educación, sino también en su compromiso con la internacionalización y el intercambio académico.
En este contexto, la historia de una estudiante rusa que logró ingresar a la UNAM evidenció una perspectiva sobre los desafíos y las recompensas de estudiar en la máxima casa de estudios del país.
Rusa comparte su proceso para ingresar a la UNAM
Esta joven rusa, llamada en Tiktok @olessa.d, narró su camino para llegar a ser seleccionada en la UNAM, la cual fue una travesía marcada por la determinación y el esfuerzo.
Decidida a estudiar en la máxima casa de estudios, antes de considerar otras instituciones como el Tecnológico de Monterrey, se enfrentó a una serie de obstáculos que puso a prueba su perseverancia y dedicación, siendo el aprender español su principal objetivo.
Asimismo, en un video, que consistía en una serie de fotos sobre su experiencia en este proceso, detalló que el primer desafío fue dominar el español, requisito indispensable para ingresar a la UNAM, lo que logró con determinación y dedicando horas diarias al estudio del idioma, consciente de que el dominio del español sería fundamental para su éxito académico en México.
Una vez que se sintió lo suficientemente segura con el idioma, viajó personalmente a Ciudad Universitaria para solicitar información sobre el proceso de admisión para estudiantes extranjeros. Sin embargo, el camino hacia la UNAM estaba plagado de incertidumbre y frustración, aunado a la complejidad del examen de admisión y la barrera del idioma, los cuales se convirtieron en desafíos grandes para esta joven.
Para superar estos obstáculos, la estudiante rusa se sumergió en un riguroso régimen de estudio, dedicando más de 10 horas al día al aprendizaje del español y la preparación para el examen de admisión.
Además, exploró la historia y la cultura mexicanas, visitando museos y sumergiéndose en la riqueza del país que pronto sería su hogar.
Sin embargo, la dificultad más grande fue la comprensión de textos en español, sobre todo la tarea de traducir y entender cada página era “frustrante”.
Finalmente, con una preparación exhaustiva y una dedicación inquebrantable, logró aprobar el examen de admisión de la UNAM.
Pero la travesía no terminó allí, pues aún tenía que demostrar su dominio del español a través de una prueba adicional diseñada para evaluar su capacidad para participar en clases impartidas en este idioma, en el cual pudo pasar con un nivel C1.
Actualmente la estudiante rusa considera que ingresar a la UNAM ha sido una de las mejores decisiones de su vida.
¿Cómo es un día en la UNAM para esta rusa?
Un año después de su travesía, la joven rusa se encuentra cursando el tercer semestre de su carrera, contando que su día a día en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPYS), donde se dirige a la facultad por medio de Uber a las 06:30, iniciando sus clases a las 07:00 horas, describiendo como “un bosque mágico” los pasillos adornados de vegetación de la institución.
Posteriormente, comienza sus clases exponiendo temas como el análisis de las organizaciones públicas del país, así como el disfrute de sus demás asignaturas.
Terminando su jornada de estudio, se fue a comer a la cafetería de la facultad, cuyos alimentos calificó como “deliciosos”, pasando por los puestos de venta de ropa de la universidad.
Su historia es un testimonio inspirador de la determinación y el sacrificio necesarios para alcanzar los sueños académicos, así como un recordatorio del valor de la educación como puente entre culturas y fronteras. En un mundo cada vez más interconectado, experiencias como la suya destacan la importancia de la diversidad y la colaboración en el ámbito educativo.
AFV