Luego de que los médicos y pacientes del antiguo Hospital del Niño Dr. Federico Gómez Santos, se mudaran al nuevo Hospital Materno Infantil para brindar mejores servicios a los menores hospitalizados, la anterior clínica ahora forma parte de uno de los puntos paranormales más conocidos de la ciudad.
Para nadie en la capital coahuilense es un secreto que desde antes de su cierre, el Hospital del Niño ya era conocido por las múltiples historias de miedo en sus instalaciones, como lo es el rumor de que las estatuas en su exterior se mueven o las sombras y siluetas que caminan por los pasillos.
Hace unos días, Felipe Coronel, un hombre quien acostumbra subir diferente tipo de contenido a su cuenta de TikTok, publicó su reciente visita al antiguo hospital, en donde se llevó una desagradable sorpresa al confirmar los rumores paranormales que existen en las instalaciones.
En una aventura dividida en dos videos, el saltillense compartió su recorrido en compañía de un vigilante que le permitió la entrada y quien además, le contó acerca de las guardias nocturnas y que pese a que el lugar ya no está en funcionamiento, algunas enfermeras acuden por las noches para realizar algunos pendientes.
Lo que impactó en redes sociales, fue el que el tiktoker aseguró que mientras grababa el video escuchó algunos susurros y durante la noche anterior, los gritos de una mujer que decía “mi bebé”, además de otras cosas.
“Este pasillo anoche estuvo dando mucha fiesta, se escucha mucha actividad aquí, estos son los pasillos del terror”, dice en uno de los videos.
De acuerdo a lo contado por el hombre, el área con mayor energía negativa se encuentra en el pasillo del anfiteatro, en donde llevaban a los niños fallecidos para la práctica de su necropsia, y en donde los internautas aseguran, aún vagan las almas de los pequeños.
Asimismo, también hubo quienes comentaron en los videos del joven sus testimonios de los sucesos paranormales que han vivido en el lugar, así como algunos otros, quienes aseguran que nunca vieron algo fuera de lo común.
“Fui enfermera pasante del turno nocturno y al pasar por la capilla, hemato-oncología y los jardines en la madrugada se siente una vibra horrible”, “Yo trabajé 13 años de guardia y nunca vi nada, nunca me asustaron”, “A mi hijo lo internaron y le tocó junto al jardín, nos aislaron, nos tocaban las ventanas y se escuchaban niños jugando”, son algunos de los comentarios.
KM