A pesar de ser tradición en algunas partes de México, hay tres comidas muy reconocibles en nuestra cultura que se encuentran en el ranking de peores platillos a nivel mundial, según la guía gastronómica Taste Atlas, misma que ranqueo al queso Oaxaca como el quinto mejor del planeta.
Y es que, a pesar de ser ampliamente consumidos en muchas regiones del territorio Azteca, se debe hacer hincapié en que no son platillos indiferentes, sino también son comidas que generan desagrado a otros tantos en México y fuera de sus fronteras.
Con base en la crítica de expertos y artículos de investigación, “El Atlas del Sabor” realiza un listado de los 50 peores platillos del mundo, mismo que lidera una comida originaria de Islandia, llamada Hákarl, con apenas 1.4 estrellas de calificación.
Este plato está elaborado con carne curada de tiburón de Groenlandia, se fermenta por tres meses y se deja secar otros cuatro o cinco. “Se considera comida para valientes, porque su alto contenido en amoníaco suele provocar arcadas”, reseña Taste Atlas.
Pero, ¿qué platillos mexicanos están a la altura de este manjar islandés?
Hígado encebollado
El hígado encebollado está en el lugar 44 y tiene una calificación de 2.6 estrellas, se le describe como “un plato tradicional muy popular en toda Sudamérica, especialmente en México y Perú. Los ingredientes principales son el hígado de buey y la cebolla. El hígado se corta en finos trozos, se salpimienta y se fríe en aceite con pimientos, cebollas y, a veces, tomates. Una vez cocido, el plato se sirve caliente, normalmente acompañado de arroz o puré de papas”.
Según el Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, esta víscera suele prepararse en bisteces delgados que son fritos en aceite, después se añade cebolla rebanada para que se fría en el mismo aceite y en parte del jugo del hígado.
El hígado encebollado podemos verlo a la venta en fondas de comida corrida, especialmente en la Ciudad de México.
Romeritos
En el lugar 43 de la lista, se encuentran los romeritos, con una calificación también de 2.6 estrellas.
Los romeritos son mencionados en Taste Atlas como “un plato tradicional mexicano del sur del país, que suele prepararse durante las fiestas navideñas y la Cuaresma. El guiso suele prepararse en una espesa salsa de mole con papas, nopales y empanadas de camarones secas.
Esta comida es un tipo de quelite que se pueden encontrar todo el año, pero se consume en revoltijo navideño porque encaja con la vigilia (abstinencia de comer carne por alguna festividad religiosa).
La costumbre de comer romeritos en Navidad y Año Nuevo podría tener su origen en la época de la Colonia, cuando los religiosos guardaban una especie de vigilia el 24 de diciembre y para “matar el hambre” comían romeritos porque era un platillo sin carne, aunque agregaban el mole poblano que se serviría con el pavo de la cena.
Chongos zamoranos
Quizá de los tres, el menos conocido, los chongos zamoranos aparecen en la lista con una calificación apenas más baja que los otros platillos mexicanos, de 2.5 estrellas.
Taste Atlas describe el plato como: “un postre mexicano preparado con leche cruda, yemas de huevo y pastillas de cuajo, son tan populares en México que incluso se pueden comprar en latas. Se cree que este postre se inventó en los conventos de la época colonial de la ciudad de Zamora, Michoacán”.
El Diccionario enciclopédico precisa que no se sabe con exactitud dónde y por quién fueron inventados, su forma de nudos o chongos y la leche cuajada es lo que le da nombre, “todo indica que los primeros se hicieron con el calostro de la vaca, que es la primera leche que se obtiene después del parto, la cual se cuaja naturalmente”.
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