Michel Lotito, el hombre que se comió un ataúd y ¡hasta un avión entero!

Tenía la capacidad de comer todo tipo de objetos sin que le provocara daños a su salud.

Michel Lotito, el francés que fue registrado en el Libro de los Récords Guinness por su extraña dieta./ Margarita Salmorán
Saltillo, Coahuila /

Hay algunos hombres que parecen no ser de este mundo por hacer cosas extraordinarias o casi imposibles de creer, tal es el caso de Michel Lotito.

Este hombre tenía la capacidad de comer todo tipo de cosas, es decir, cristales, metal, madera, autos e incluso ¡aviones enteros! sin que le provocara daños a su salud.

Su particular forma de alimentarse fue registrada en el Libro de los Récords Guinness  como "La dieta más extraña", tras haberse documentado que durante su vida se comió un ataúd, dos camas, una computadora, un par de esquíes, siete televisores, seis candelabros, 18 bicicletas y 15 carritos de supermercado.

Obsesión por comer objetos raros

Michel Lotito nació el 15 de junio de 1950 en Grenoble, Francia y desde los 9 años empezó a comer objetos extraños, como trozos de un vaso de vidrio.

Su madre, preocupada y asustada por su condición, lo llevo al médico y fue diagnosticado con un trastorno alimenticio conocido como pica, que es una condición psicológica caracterizada por un apetito por sustancias no nutritivas.

A través de un diagnóstico se informó que Lotito también tenía un revestimiento grueso en el estómago y los intestinos que le permitía consumir metal afilado sin sufrir daños en su organismo. Cabe destacar que tenía jugos digestivos que le permitían digerir estos materiales, pero los alimentos blandos, como los plátanos le provocaban enfermedades.

Michel Lotito, el hombre que llegó a comerse un avión.

Toda una celebridad

A partir de los 16 años ya era una celebridad en su ciudad, en 1966 el joven se volvió popular y comenzó a hacer presentaciones comiendo objetos poco común. Gracias a su llamativa alimentación ganaba alrededor de mil dólares por espectáculo.

Sus shows eran tan impactantes que gente del público subía a la tarima para clavarle dardos en su espalda e incluso quemarle las yemas de sus dedos con cerillos.

Cuando actuaba comía cerca de un kilo de material y su método de digestión consistía en tomar aceite mineral y agua.

Los órganos de Michel nunca sufrieron un daño y se estima que entre 1966 y 1997 comió cerca de nueve toneladas de metal.

Cuando Lotito comía bicicletas u otros vehículos evitaba las partes ‘no comestibles’ como los pedales, la cadena y la manivela. El hombre hacía estas dietas solo dos veces o máximo tres veces por año, según el Diario The Leader Post.

Su gran reto

Lotito venía realizando presentaciones comiendo “pequeñas cosas metálicas”, pero él quería ir por un objetivo mucho más grande, y decidió planear su más grande hazaña, y lo logró cuando se comió una avioneta Cessna 150 entera.

Para ello se tomó su tiempo, comenzó a masticar el avión biplaza en 1978 y continuó hasta terminarlo en 1980.

Por lo anterior se le otorgó el premio Guinness a "la dieta más extraña del mundo", según información del Libro Guinness de los Récords.

Las radiografías de los peritos del Guinness encontraron que Lotito podía ingerir 900 gramos de metal por día. Cabe destacar que aún nadie ha superado ese récord.

Por otra parte, el escritor Ben Sherwood le dedicó el libro "El hombre que se comió un 747". Sherwood entrevistó al hombre en una ocasión y éste le confesó: “Lo menos apetecible del avión fueron los neumáticos”.

Finalmente Lotito murió el 25 de junio de 2007 por causas naturales, y fue enterrado en el cementerio de Saint Roche en Francia.



JVS

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