Una niña de dos años se volvió tendencia luego de quedar atorada en un molde para hornear pasteles, la pequeña metió la cabeza donde no debía pensando que era un chal, e hizo pasar un gran susto a su madre.
Erin Meixel, mamá de la menor y vecina del condado de Mifflin, indicó a emergencias que su hija, de nombre Quinnley, estaba jugando con el molde y, sin darse casi cuenta, quedó encajado en su cuello,"solo fueron unos segundos".
“Lo usó como un chal alrededor de sus hombros hasta que llegaron los bomberos. Era una soldado. Todavía podía comer y beber mientras tenía esta lata a su alrededor”, dijo Meixel.
El rescate inusual ocurrió a cargo de bomberos de Pensilvania, quienes usaron unas tijeras de hojalatero para cortar metales, y tras unos minutos de cuidadoso trabajo, liberaron a la pequeña de la gargantilla de metal.
"Lo utilizó como una collar hasta que llegaron los bomberos. Era como si fuera un caballero medieval. Todavía podía comer y beber mientras tenía esta especie de coraza a su alrededor", comentó.
En fotografías compartidas por su familia se pueden observar las pizas que los bomberos usaron como instrumento para liberar a la niña del recipiente, y en otra cómo el molde quedó destrozado tras los labores de los elementos, así también a Quinnley, obstruida de su cuello y sujetada a los brazos de un bombero.
La mamá de Quinnley al encontrarse más tranquila bromeó diciendo que, este tipo de incidentes suelen ser comúnes en su familia, y relató que en una ocasión cuando era niña sus piernas quedaron atrapadas en una silla de plástico.
La niña se encuentra bien y su madre está agradecida con los bomberos por hacer un gran trabajo en apoyo a su hija.
DASH