ESPECIAL. - Debido a que los perros y gatos tienen el oído más sensible que los humanos, los sonidos provocados por el uso de pirotecnia podrían provocarles afectaciones como taquicardia, miedo, temblores, jadeos continuos, salivación excesiva, estado de alerta y en casos extremos la muerte.
Los más recomendable es cerrar puertas y ventanas, construirles un refugio aislado y acompañarlos mientras pasa la crisis.
PGG