Ya sea por hambre, pereza o ignorancia, pero algunas personas creen que no pasa nada si se ingieren alimentos contaminados con moho o basta simplemente con quitarle la ‘mancha verdosa’ para poder comerlos.
A continuación, se presentarán las consecuencias a la salud que puede generar la ingesta de toxinas fúngicas, así como lo relevante al moho en los alimentos.
¿El moho es un hongo?
Comúnmente, se piensa que ‘las manchas verdosas’ que se producen en un pan no es algo de lo que nos debamos de preocupar; sin embargo, se trata de moho, el cual es el resultado del crecimiento de hongos en nuestro alimento.
Los hongos en la comida, al igual que los hongos de los pies, se esparcen a través de esporas microscópicas las cuales no podemos ver, pero se encuentran ahí.
Cuando un alimento se encuentra en un estado de descomposición, es normal encontrar manchas donde se aprecia el color verde, blanco, amarillo, negro o azul. Esto significa que nuestro alimento ya no se puede consumir.
¿Por qué no es suficiente quitar el hongo de nuestro alimento?
El biólogo Adrián Medina compartió en términos simple que “una comida con moho no se puede descontaminar”, provocando severas afectaciones a los seres humanos que consuman un alimento en estado de putrefacción.
Como mencionamos anteriormente, los hongos desprenden esporas, las cuales son las encargadas de infectar nuestro alimento, y aunque se remueva el hongo, aún existen esporas dentro de nuestros alimentos, afectando mayormente a aquellos que tienen un alto grado de humedad.
¿Qué son las micotoxinas dentro de nuestros alimentos?
Tanto la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), han reiterado en numerosas ocasiones que no es la propia sustancia ‘verdosa’ la que nos puede ocasionar problemas de salud, sino las micotoxinas.
Las micotoxinas es un compuesto químico venenoso que se produce de manera natural en el metabolismo de algunos hongos, afectando la salud humana y animal.
¿Cuáles son los riesgos por comer moho?
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) advierte que consumir alimentos con toxinas fúngicas puede provocar desde complicaciones severas como cáncer y mutagenicidad, así como reacciones en el metabolismo de los estrógenos, gastrointestinales o en el riñón.
Asimismo, la exposición prolongada a estas toxinas puede reducir nuestra resistencia a enfermedades infecciosas y producir problemas gastrointestinales agudos.
FSQ