ESPECIAL.- El caso de Kaylene Bowen-Wright, mujer quien podría pasar 20 años en prisión luego de que sometiera a su hijo Cristopher, desde los 11 días de nacido, a 13 cirugías y a 323 visitas médicas para conseguir dinero, indigna e impacta, pero no es el único en su tipo. Resulta horrible pensar que el pequeño sufriera tanto durante ocho años de su vida (ahota tiene diez).
Existe un caso aún peor y con fatales consecuencias: el de Dee Dee Blanchard, que es narrado a través de la serie The Act, de Hulu.
Casi como si Bowen-Wright la hubiera copiado, Blanchard (con tintes de ficción en la serie, pero un caso de la vida real) hizo creer a la gente que su hija, Gypsy Rose, padecía leucemia, asma, distrofia muscular y otras enfermedades crónicas, además de tener la capacidad mental de una niña de siete años por diversos daños cerebrales derivados de su nacimiento prematuro, todo para obtener beneficios de fundaciones (como Habitat for Humanity, la Casa de Ronald McDonald o la Fundación Make-A-Wish) y de público en general (con donaciones en efectivo).
Fueron aproximadamente 19 años los que Dee Dee tuvo a Gypsy creyendo, no solo que estaba enferma, sino que era menor de edad. Además, siempre lucía calva porque su madre la rapaba con el pretexto de que de todos modos su cabello se caería.
La joven entabló relación en internet con un hombre, Nicolas Godejohn, a quien le contó su verdad. Él fue hallado culpable de matar posteriormente a Dee Dee con un cuchillo presuntamente comprado por Gypsy Rose, quien fue sentenciada a diez años en prisión en 2018 por asesinato en segundo grado. Él, cadena perpetua por asesinato en primer grado.
El caso fue retratado, además de Hulu, por HBO, en 2017, con el documental Mommy Dead and Dearest, dirigido por Erin Lee Carr. En 2018 se estrenó el documental Gypsy's Revenge.