MONTERREY.- Natanael Cano se presentó por primera vez ante los regios que se mostraron deseosos de su música, pues el Auditorio Pabellón M fue aforado con el 75% de su capacidad misma que se llenó por los seguidores del llamado rey de los corridos tumbados.
El escenario se convirtió en una gran rampa de patinaje, en un costado una figura inflame e iluminada del cantante aguardaba a que este saliera y fue pasadas las 22:30 horas cuando vestido con un short en color verde y playera negra el cantante salió al escenario.
“Arriba toda la banda de Monterrey”, fueron las primeras palabras que dedico a sus fans antes de comenzar con el tema “El Diablo”, el cual interpretó únicamente acompañado por sus tres músicos de bajo sexto, sin embargo, para el segundo tema, “Llenas las cuentas”, aparecieron algunos de sus amigos que lo acompañan en la gira con los que de ahí en adelante se acompañó de sus canciones, se trató de Dan, Justin, Oscar, Junior H, HP, Hilos de García, por mencionar a algunos.
Con palabras fuertes y altisonantes fue como se volvió a dirigir a los ahí presentes quienes se mostraron eufóricos de ver al cantante ante ellos: “Ese pinche grito de la gente de Monterrey, así suenan los corridos tumbados para toda la gente de Monterrey”, señaló.
“El Chamaquito”, “Échele un ojo”, “Porte exuberante”, “Así toco mi vida”, fueron los siguientes éxitos que aparecieron en la lista de El Nata, hasta que llegó el momento de “La Nunca me gusto”, en donde apareció junto a él en el escenario y por primera vez ante los regios Adriel Favela.
La jornada de corridos tumbados continúo y el público permaneció de pie coreando junto al cantante cada una de sus letras, aunque sin duda de las más coreadas fue “Disfruto lo malo”.
Tras interpretar 31 temas Natanael se despidió de los regios, aunque será este miércoles cuando regrese al mismo escenario para cumplir la segunda de sus dos presentaciones pactadas en la ciudad.
SE “CHAINEO” EN LA CIUDAD DE LAS MONTAÑAS
Trascendió que durante la tarde de este lunes el cantante angelino acudió a una barbería de la localidad en donde tiñó de azul su cabello para así lucir a todo lo que da ante sus fanáticos regios.
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