En la calle Manuel Acuña de Torreón, se erige majestuosa una de las pocas edificaciones centenarias que aún sostienen el pulso del tiempo en el corazón del Centro: la casa que hoy alberga al Archivo Municipal.
Restaurada para recuperar su esplendor original, esta histórica casa tiene un pasado tejido con los hilos de la vida de uno de los personajes más prominentes de la historia lagunera: Isauro Martínez Puente, el visionario empresario del espectáculo que dejó una huella indeleble en la cultura local.
¿Cómo fue construida la casa de don Isauro Martínez?
Concebida en estilo neoclásico por el talentoso arquitecto Abel Blas Cortinas, la casa originalmente fue el hogar personal de Don Isauro Martínez, quien la construyó en 1923 con un diseño imponente y una atención meticulosa a los detalles.
Sus dimensiones, 19.3 metros de frente por 40 de fondo, le confieren una gran presencia en la calle, mientras que su elaborada arquitectura evoca la grandeza de tiempos pasados.
La construcción, realizada con materiales autóctonos de la región lagunera, como la piedra del Cerro de las Noas, el yeso, la teja, el ladrillo, el mosaico y el cemento, exhibe una combinación armoniosa de elementos clásicos, como columnas de orden jónico, balaustradas y molduras orgánicas.
Detalles como dos pequeñas figuras clásicas en los balcones, que luego encontraríamos en el gran vitral del Teatro Isauro Martínez, dan testimonio del cuidado y la atención que se dedicaron a su diseño y construcción.
“Sobre una base de piedra del Cerro de las Noas, yeso, teja, ladrillo, mosaico y cemento y los combinó con formas clásicas: columna de orden jónico, balaustrada, molduras orgánicas, dintel y capiteles. En los balcones agregó dos pequeñas figuras clásicas, que después encontramos en el gran vitral del Teatro Isauro Martínez”, detalló el historiador y politólogo, Carlos Castañón Cuadros.
Casa del Archivo Municipal cumple 100 años
El año 2023 marcó un hito en la historia de esta emblemática residencia, al conmemorar su primer centenario de existencia, un siglo de testigo silencioso de los cambios y avatares que han moldeado el devenir de Torreón.
Originalmente identificada con el número 115, la casa hoy ostenta el número 140 sur, un detalle que resalta su permanencia en el tiempo y su papel como un punto de referencia ineludible en el paisaje urbano de la ciudad.
Para los habitantes de la región, la casa de Don Isauro Martínez es mucho más que un edificio histórico; es un símbolo de identidad y orgullo local, un monumento vivo que evoca tiempos pasados y nos invita a reflexionar sobre nuestro pasado y nuestro futuro.
Nieta de don Isauro Martínez recuerda la casa de su abuelo
María Elena Martínez Herrera, nieta de don Isauro Martínez, comparte con nostalgia los recuerdos de su infancia en la casa que vio nacer y crecer a su ilustre abuelo, destacando que fue mucho más que un simple hogar; fue un epicentro de actividad social y cultural en la región.
"La casa fue escenario de fiestas y reuniones sociales, con frecuencia eran invitados los artistas que visitaban el Teatro Isauro Martínez (TIM) a comer y beber. Cronológicamente nos ubicamos en el contexto de la época de oro del cine y teatro mexicano", relata María Elena, nieta de don Isauro Martínez.
Compartió que al principio la recámara de don Isauro y su esposa estaba en la planta alta, después estuvo abajo. La cocina estaba a la izquierda después de la primera habitación.
"Entrando a la casa del lado izquierdo había una sala chiquita, ahí checaban los novios y había un piano vertical que después me lo regaló, ya que yo era su nieta consentida", relata entre risas María Elena.
En la planta alta, un cuadro con un paisaje idílico capturaba la atención de María Elena.
"Había un cuadro que mostraba un paisaje de flores, campos y ríos. Yo me quería meter a la pintura. Esa obra fue llevada al foyer del Teatro Isauro Martínez", revela, señalando la estrecha conexión entre la casa y el teatro que lleva el nombre de su abuelo.
Es importante destacar que este cuadro que cautivaba a María Elena Martínez, fue pintado por Salvador Tarazona, un renombrado pintor y escenógrafo español que barnizó la Torre Eiffel en París y después pintaría el plafón del Teatro Isauro Martínez entre otros muchas aportaciones artísticas a México y el mundo.
Nieto de don Isauro Martínez rememora la casa de su abuelo
Armando Martínez Herrera, nieto de Isauro Martínez, rememora con cariño los detalles cotidianos de la vida en la casa de su abuelo. Comenzó destacando la importancia de la gastronomía en la vida de don Isauro Martínez.
"A mi abuelo le encantaba la comida, tanto que tenía varias cocineras", explicó.
También recuerda que en la cocina había una serie de cuadritos con el número de cada recámara y cuando timbraban de un cuarto se movía el número, de esa manera la cocinera sabía que estaban llamando al servicio.
"En la cocina había una serie de cuadritos con el número de cada recámara y cuando timbraban de un cuarto se movía el número, de esa manera la cocinera sabía que estaban llamando al servicio", reveló Armando.
En el segundo piso, oculto a las miradas desde el exterior, Armando recuerda una recámara particularmente intrigante:
"En el segundo piso que no se ve desde afuera había una recámara muy grande, creo que era para los hombres. En un rincón había una escultura de un Mefistófeles (un diablo con una capa). Entonces, los primos grandes nos asustaban con ese personaje en los eventos familiares. Esa escultura se la quedaron los Belloc, mi hermano Jorge luchó mucho por ella y al final se la llevaron a Saltillo", relata Armando, destacando los recuerdos y anécdotas que llenaban de vida cada rincón de la casa de Don Isauro Martínez.
¿Qué ocurrió con la casa de don Isauro Martínez cuando él murió?
Tras el fallecimiento de Don Isauro Martínez Puente el 15 de febrero de 1956, la casa pasó a manos de una de sus hijas, quien se unió a la familia Belloc de Saltillo. Posteriormente, la propiedad fue vendida y cambió de manos en diversas ocasiones, siendo utilizada para una variedad de propósitos.
En distintos momentos, la casa albergó una funeraria (Funerales La Paz), una paletería (Productos Helados Regios) e incluso una escuela comercial. Sin embargo, en 1975, se convirtió en la sede del periódico Noticias.
Lamentablemente, el 19 de febrero de 1985, un incendio dañó los ventanales de la antigua casa, que ya se encontraba en estado de abandono. Ante el riesgo de demolición, en 1989 se habló de la posible remodelación del edificio, que había sido adquirido por el comerciante local Eduardo Olmos Jáquez.
El 31 de julio de 1991, el Ayuntamiento de Torreón adquirió la casa que perteneció a Don Isauro Martínez de manos de Eduardo Olmos Jáquez, en una operación histórica cuyo monto aproximado fue de 1500 millones de pesos. La gestión de esta compra estuvo a cargo del alcalde de entonces, en una acción que se convirtió en el primer legado histórico del municipio.
El proyecto de restauración y adaptación de la casa fue liderado por el alcalde Carlos Román Cepeda González, quien logró su inauguración el 12 de diciembre de 1991. Desde entonces, el inmueble alberga el Archivo Municipal de Torreón, cumpliendo la importante función de resguardar y conservar el acervo gubernamental y la memoria histórica de la ciudad.
La historia de la casa de Don Isauro Martínez se ha transformado en un testimonio vivo del pasado de Torreón, con un legado que sigue resonando en la actualidad a través de la labor del Archivo Municipal.
IML