La noche de este lunes un reporte recibido en los grupos de seguridad de WhatsApp solicitaban la intervención de personal de Control Canino ya que un perro de la raza Pitbull había ingresado a una tienda comercial situada sobre Otilio González, en la colonia Lomas de San Javier, en Saltillo.
Indicaba que era urgente ya que el animal estaba muy bravo por lo que algunos clientes se echaron a correr y otros escandalizaron, situación que puso nervioso al perro, según indicaron.
Por tal motivo el personal del lugar se las ingenió para encerrarlo en los baños.
Debido al horario de atención, los trabajadores de Control Canino no acudieron por lo que llegaron agentes de la Policía Preventiva Municipal.
Una cuerda, un pedazo de tubo y muchas agallas bastaron para que uno de los uniformados asegurara al perro para posteriormente sacarlo del negocio, colocarlo en una patrulla para su traslado a un albergue momentáneo.
¿Qué hacer ante un ataque de perro?
Nadie quisiera verse en la situación de ser atacado por un perro, pero no estamos exentos de que nos pase, por tanto, no podemos dejarnos llevar por el pánico y el miedo.
Es importante tener en cuenta que si el perro está atado o comiendo, puede interpretar que estamos invadiendo su territorio natural. Los propietarios del animal tienen la responsabilidad de educarle para convivir en un entorno social que no siempre es idílico.
A continuación te explicamos por qué atacan los perros, qué hacer si nos pasa y por qué es importante denunciarlo.
¿Por qué los perros atacan?
Todos los perros, independientemente de su raza, pueden atacar a una persona. Lo hacen si notan que sus instintos primarios (es decir, la comida, bebida o el apareamiento) están amenazados o si sienten que su territorio (el espacio que ocupa o su núcleo familiar) va a ser quebrantado.
Incluso el miedo también puede originar una agresión por parte del animal. Si el perro no gestiona esta emoción o tiene ansiedad, arremeterá contra la persona, siempre que no pueda huir para ponerse a salvo.
Ante un ataque, lo principal, aunque parezca difícil es mantener la calma, ya que gritar o responder pegando son conductas que incrementarán la furia del animal, incitándole a continuar con su agresión.
No corras. Si un can te persigue, nunca salgas corriendo ya que potenciarás el instinto de caza del animal.
También resulta primordial evitar el contacto visual con el perro; es mejor darle la espalda y permanecer lo más quietos que sea posible. De esta forma, acabará soltándonos.
No intentes agredirle. Defenderte con patadas, puñetazos o palos incrementará su enojo.
Cúbrete la cabeza con las manos, recoge tu abdomen para proteger los órganos vitales. Si estás en el suelo, dobla las rodillas, pon las manos tras el cuello y no te muevas.
Cuando el ataque termine, se debe acudir a un hospital o clínica para que curen y valoren las heridas. Es muy importante también presentar una denuncia para que las autoridades competentes puedan actuar contra el dueño, responsable del comportamiento violento del perro.
Con información de Redacción...
JVS