El asesinato de una familia de cinco hondureños en Texas, causó conmoción e inició una intensa búsqueda del responsable, Francisco Oropesa Torres Pérez, quien es originario del municipio de Chietla, ubicado en la Mixteca de Puebla, después se logró su detención.
En el país del norte inició la persecución del poblano, que terminó después de que el Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés (FBI) y la policía de Texas, dieran con su paradero en la ciudad de Conroe.
El hombre de nacionalidad mexicana fue capturado y acusado de disparar y asesinar a una familia de cinco hondureños en Texas, motivo por el que las autoridades ofrecieron una recompensa de 80 mil dólares por su arresto.
No hizo falta entregar la recompensa, debido a que la investigación policíaca fue a través de la que logró dar con su paradero, a la par, su pareja sentimental Divimara Lamar Nava, de 53 años, fue arrestada por mentir a las autoridades con la intención de esconder al presunto criminal.
De acuerdo con los informes Francisco Oropesa Torres Pérez es originario del municipio de Chietla, Puebla en México y en su historial se extiende un expediente de cuatro deportaciones, según lo indica el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, mismas que datan de marzo del 2009, septiembre del 2009, enero del 2012 y el mes de julio de 2016, regresando a territorio estadounidense en cada ocasión.
Al ahora detenido se le acusa de haber disparado a cuatro adultos y a un niño de nueve años al interior de su domicilio en Cleveland, Texas el pasado 28 de abril con un arma AR-15.
Por dicho motivo las autoridades estadounidenses iniciaron su búsqueda con recompensa económica y tras su detención se ha revelado que el originario de la comunidad de Ahuehuetzingo podría recibir la pena de muerte.
Oropeza fue detenido al norte de Houston y más de 250 agentes de la Policía y de Investigación estuvieron relacionados en su búsqueda.
De acuerdo con información revelada por la Agencia AFP, la policía había usado drones y perros rastreadores durante la búsqueda de Oropesa, la cual incluyó revisar una zona boscosa ubicada a unos pocos kilómetros de la escena del crimen.
El jefe de policía del condado San Jacinto, Greg Capers, señaló que sus agentes habían sido llamados para presentarse en la casa del sospechoso en al menos una ocasión previa debido a que había estado disparando en su jardín.
ERV