Alemania empezó a apagar sus últimas tres plantas de energía nuclear como parte de una transición planificada desde hace mucho tiempo hacia la energía renovable, lo que causó vítores de los ambientalistas que habían hecho campaña a favor de la medida.
El cierre de los reactores Emsland, Neckarwestheim II e Isar II se acordó hace más de 10 años. La decisión de Alemania de dejar de utilizar combustibles fósiles y la energía nuclear ha provocado ciertos escepticismo, así como llamadas infructuosas de último minuto para frenar el apagado.
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Otros países industrializados, como Estados Unidos, Japón, China, Francia y Gran Bretaña, cuentan con la energía nuclear para reemplazar los combustibles fósiles que causan el calentamiento del planeta.
Años y años de protestas antinucleares en Alemania, avivadas por los desastres en Three Mile Island, Chernóbil y Fukushima, presionaron a los sucesivos gobiernos para que dejen de usar una tecnología de acuerdo a los críticos, es insegura e insostenible.
Los grupos ecologistas planearon marcar el día con celebraciones en las afueras de los tres reactores y mítines en las principales ciudades, incluida Berlín. También se organizaron pequeñas ceremonias a puerta cerrada dentro de las plantas.
Como parte de los esfuerzos globales para detener el cambio climático, los defensores de la energía atómica dicen que los combustibles fósiles deberían eliminarse de manera paulatina, argumentando que la energía nuclear genera muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero y que si se gestiona adecuadamente, es segura.
El gobierno de Alemania ha reconocido que a corto plazo, el país tendrá que depender más del carbón y el gas natural contaminantes para satisfacer sus necesidades energéticas, incluso mientras toma medidas para incrementar la producción de electricidad a partir de las energías solar y eólica.
Sin embargo, funcionarios como la ministra de Medio Ambiente, Steffi Lemke, dicen que la idea de un renacimiento nuclear no existe, y citó información que demuestra que la participación de la energía atómica en la producción mundial de electricidad se está perdiendo.
AA