El Vaticano ha dado a conocer que han detectado casos de personas que aunque fueron bautizadas, el sacramento no es válido porque no se usó la fórmula correcta.
El pasado fin d semana el Vaticano dijo que en los sacramentos y sus fórmulas no requieren, ni se admiten cambios, por lo que pidieron a las personas a respetarlos o, de lo contrario, estos serían considerados ilícitos.
Sacramentos no son fórmulas ni necesitan creatividad: Vaticano
En un documento publicado por el dicasterio de Doctrina de la Fe del Vaticano se determinó que los sacramentos no son fórmulas ni requieren creatividad.
"Los sacramentos, con sus fórmulas y gestos, no permiten demasiada creatividad. Por esta razón, en algunos casos nos hemos encontrado ante la invalidez de un bautismo y, en consecuencia, también de los demás sacramentos recibidos".
El cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio, explicó que debido al cambio de la formula obliga "a localizar a las personas implicadas en repetir el rito del bautismo o de la confirmación y un número importante de fieles ha expresado con razón su preocupación".
Desde el año 2022 diferentes obispos expresaron al Vaticano que estaban preocupados por la "multiplicación de situaciones en las que se había constatado la nulidad de los sacramentos celebrados", sin embargo, no se han proporcionado cifras exactas.
Vaticano da ejemplos de los cambios detectados en la fórmula del bautizo
El Vaticano puso los siguientes ejemplos de cambios en la fórmula del sacramento del bautizo:
- "Yo os bautizo en el nombre del Creador..."
- "En el nombre del padre y de la madre... os bautizamos".
"Cambiar, por tanto, la forma de un sacramento o su materia es siempre un acto gravemente ilícito y merece una pena ejemplar, precisamente porque gestos arbitrarios similares son capaces de producir graves daños al fiel Pueblo de Dios".
El cardenal Víctor Fernández también explicó que "mientras que en otros ámbitos de la acción pastoral de la Iglesia hay un amplio espacio para la creatividad", en el caso de la celebración de los sacramentos "ésta se transforma más bien en una voluntad manipuladora”.
Finalmente, el cardenal recordó que "a los ministros se nos exige la fuerza para vencer la tentación de sentirnos dueños de la Iglesia" y que "los fieles tienen derecho, a su vez, a recibirlos como la Iglesia dispone".