Obligados a huir de los bombardeos israelíes en la ciudad de Gaza, cientos de periodistas palestinos cubren la guerra entre el movimiento islamista Hamás e Israel en condiciones terribles y arriesgando sus vidas.
Algunos trabajan para medios locales y otros para la prensa internacional. Pero todos sufren el mismo calvario para ejercer su profesión.
Las redacciones están ahora en carpas montadas en el patio de un hospital. De noche se transforman en cuartos de descanso.
De acuerdo con su sindicato, al menos 22 periodistas murieron en la Franja de Gaza desde el inicio de la guerra, desencadenada por un ataque sin precedentes en Israel lanzado por Hamás el 7 de octubre desde este estrecho territorio.
"Llevamos dos semanas trabajando desde el hospital Nasser. Dormimos en el coche. Bebo muy poca agua para no tener que ir al baño", explica a la AFP Wissam Yassin, corresponsal de la cadena estadounidense en lengua árabe Al-Hurra.
Al inicio del conflicto, los medios presentes en la Franja trabajaban en oficinas situadas en la ciudad de Gaza. Pero los intensos bombardeos israelíes los obligaron a desplazarse hacia el sur, aunque los ataques aéreos golpean el territorio entero.
Varios cientos de periodistas, entre ellos el equipo de la AFP, se instalaron en el patio del hospital Nasser, en la ciudad de Jan Yunes.
"Los bombardeos no cesan a nuestro alrededor. En varias ocasiones nos vimos obligados a abandonar nuestras cámaras y no salir al aire para transmitir en directo", añade. "Para ducharme, me fui a casa de una familia que no conocía, al lado del hospital", relata.
No es la primera ofensiva israelí que Yassin cubre en Gaza. Pero nunca vivió "condiciones tan difíciles", asegura.
"A veces dudo en atender las llamadas de mi hija Bana, de nueve años, porque no soporto su llanto y me siento impotente para calmarla", cuenta.
Huda Hiyazi, de 25 años, creció en España antes de instalarse en Gaza hace cinco años, donde trabaja como corresponsal de una cadena española. Convive con los otros reporteros instalados en el patio del hospital.
"Es la primera vez que cubro una guerra de esta envergadura. La situación es trágica y hace quince días que no veo a mi familia. Pienso en ellos todo el tiempo y eso me pone más presión", suspira.
Hiyazi también ostenta la nacionalidad española y, en teoría, podrá salir de la Franja si se abre el puesto de Rafah, en la frontera con Egipto.
MQ