Un soldado ucraniano que quedó en coma después de que fue herido durante el combate de la invasión rusa, despertó cuando su esposa le estaba hablando, luego de que estuvo acompañándolo en todo momento para que pudiera recuperar el sentido.
Se trata de Serhiy, de 27 años, quien resultó amputado e incluso perdió la vista en el combate, y la voz de su esposa Valeria lo ayudó a poder salir del coma mientras era asistido por un tubo conectado a su garganta para respirar.
El día que Serhiy quedó gravemente herido iba a bordo de un vehículo druante la guerra que se lleva a cabo en Ucrania. Una mina antitanque rusa explotó al ser pisada por el automóvil cerca de la ciudad de Mariinka, nueve meses después de que el ex agente de la KGB enviara a sus fuerzas armadas.
“Hasta entonces sólo había tenido pesadillas. Sueños terribles en los que me demolían, me destruían, me masticaban, y luego la luz para recuperar la conciencia era su voz (…) Porque quería volver con ella. Superar esto, estar con ella”, dijo el soldado.
Durante su servicio militar, el combatiente de 27 años pasaba semanas sin tener contacto con su esposa, pero no perdía la esperanza de volver a casa después de los combates que sostenían con sus pares enviados por el Kremlin, hasta que fue gravemente lesionado en el campo de guerra.
¿Cómo fue el proceso de Serhiy en el hospital?
Tras el ataque, Serhiy fue llevado a un hospital de inmediato y a pesar de que el vehículo en el que viajaba explotó, el soldado consiguió sobrevivir, pero estuvo en coma durante 20 días, y diariamente su esposa lo acompañó y le hablaba todo el tiempo que pudo estar con él dentro del cuarto.
Después de que su esposo salió del coma, Valeria lo acompañó una semana e cuidados intensivos, y dos más cuando tuvo que ir a la unidad de lesiones traumáticas para después quedarse en rehabilitación. Serhiy sobrevivió a la explosión de la mina, pero sus piernas fueron amputadas.
Además, el soldado perdió la vista por las fuertes heridas causadas por el estallido, aunque en algún momento los médicos le dieron la esperanza de recuperarse y viajó a Estados Unidos la semana pasada, sin embargo, le dieron malas noticias. Serhiy dijo que para él es mejor perder ambas piernas que un brazo.
“Un marido ciego y sin piernas no es tan malo”, dijo Valeria entre risas. Mientras que Serihiy comentó: “Tengo tantos planes que una vida no es suficiente para todos. Definitivamente regresaré a Ucrania, ese es mi país, luché por él, sufrí heridas por él”.
AA