La migración centroamericana hacia los Estados Unidos Mexicanos se remonta desde 1980, quienes huían de conflictos armados.
Fue hasta la década de 1990 que México se posicionó como un territorio de tránsito irregular y regular de personas provenientes, principalmente, de Guatemala, Honduras y El Salvador, que buscaban ingresar a Estados Unidos.
Pero, ¿muchos lo consiguen?, en 2018 el Instituto Nacional de Migración de México reportó más de 138 mil casos de detención de migrantes irregulares.
De acuerdo con información publicada por el gobierno de México, desde el 2010, 9 de cada 10 personas migrantes en tránsito irregular han sido provenientes del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Muchos buscan el “sueño americano” pero para esto tienen que enfrentar cruces peligrosos de ríos y desiertos; viajan de manera insegura subiéndose en la parte superior de los trenes de carga o hacinados dentro de camiones.
Aparte, muchos de ellos se exponen a diferentes tipos de violencia como extorsiones, tráfico de personas o incluso ser asesinados.
- Comunidad
¿Van por una mejor calidad de vida?
De acuerdo con un estudio publicado en 2019 por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), la OIM y la Oficina del Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) muchos centroamericanos emigraron en las décadas de 1970 y 1980 por conflictos políticos y exclusión socioeconómica, como escasez de ingresos o empleos inestables.
Por otro lado, ese mismo año la ONG Internacional Creative publicó un estudio de investigación sobre los municipios que tienen tasas altas de migración de los países de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Señalaron que los factores que identificaron en los 60 municipios encuestados se dividen en economía, victimización y lazos trasnacionales.
Muchos centroamericanos deciden migrar por haber sido víctimas de delitos o tener un familiar que haya pasado por esto, provocando que sean 1.5 más propensos a considerar abandonar su lugar de origen.
El estudio de la SICA detalla que el crimen organizado y el tráfico de drogas crean un clima de inseguridad en la región, provocando que la migración internacional sea una estrategia de supervivencia donde puedan acceder a recursos y seguridad.
De acuerdo con diferentes hallazgos sobre la migración laboral apuntan a una dependencia creciente de las remesas como componentes claves de los ingresos de las familias.
Por último, muchos migrantes señalaron que las próximas generaciones podrán gozar de una mejor educación, servicios de salud y mejores estándares de vida.
jvl