Una mujer dio a luz en un lote baldío ubicado en la sindicatura de Ruiz Cortines, en Guasave, Sinaloa, y rescatada por paramédicos de Cruz Roja que la terminaron trasladando a un hospital junto con su bebé, una niña.
La madre es una joven indígena tarahumara de 16 años llamada Gabriela “N” y se informó que ella y su esposo llegaron a una clínica del Seguro Social en la sindicatura en la que trabajaron en labores de campo agrícola, pero se les negó la atención por no ser derechohabientes, por lo que les informaron que debían trasladarse al Hospital General, en la ciudad de Guasave.
Ante esta situación y el avanzado estado del labor de parto, la madre se recostó entre un bordo de tierra y escombros de un lote baldío para dar a luz a una niña, lugar donde fue encontrada por socorristas de Cruz Roja que finalmente cortaron el cordón umbilical y la trasladaron al hospital debido a una potencial infección que pudieran haber contraído.
El nacimiento quedó grabado en video por un testigo de los hechos.
Según el primer dictamen médico, tanto la madre como la bebé se encuentran en buenas condiciones de salud, sin embargo, se les mantendrá en valoración médica hasta que presenten una recuperación total.
Actualmente ambas se encuentran hospitalizadas ante una posible infección. El Gobierno Municipal de Guasave informó que les hizo llegar un donativo en efectivo, ropita y un portabebés y estarán pendientes de su evolución.
De acuerdo a la página oficial del Gobierno de México, los tarahumaras habitan la parte de la Sierra Madre Occidental que atraviesa el estado de Chihuahua y el suroeste de Durango y Sonora. Comparten este territorio con los tepehuanes, pimas, guarojíos y mestizos. De los grupos originarios de la región es el más numeroso y habita un espacio más amplio que los demás, por lo que a su territorio también se le denomina sierra Tarahumara.
- Comunidad
¿Cómo es al parto en las comunidades Rarámuri?
Las tasas de mortalidad materna en este grupo son de los más altos, según un artículo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
Para una mujer Rarámuri, el proceso del parto es considerado como una etapa natural y generalmente no se prepara con anticipación. En las prácticas más ancestrales, las mujeres Rarámuri llevaban a cabo el parto de manera solitaria en la naturaleza, ya que se creía que nadie debía interferir con su cuerpo durante este momento crucial de conexión con la tierra. Su única preparación consistía en tener a mano una manta y un instrumento de obsidiana para cortar el cordón umbilical, ya que creían que el uso de otro material podría acarrear consecuencias negativas para el recién nacido.
Asimismo, al expulsar la placenta, las mujeres Rarámuri consideraban fundamental enterrarla en la tierra, estableciendo así un pacto simbólico entre la nueva vida y su conexión con la madre tierra.
Con el transcurso del tiempo, estas prácticas han experimentado modificaciones. Por ejemplo, se ha adoptado el parto asistido en el hogar, con la participación de mujeres mayores de la comunidad y el owiruame, quienes suministran algunas bebidas para aliviar las molestias y estimular el proceso de nacimiento. A pesar de estas adaptaciones, se mantiene la tradición de no realizar tactos ya que se considera una intrusión en el espacio de alumbramiento y en el destino del nuevo ser.
Además, el acto de enterrar la placenta sigue siendo de suma importancia en este acontecimiento.
Sgg.