Un menor de edad fue localizado en una parada del camión en el Centro de Monterrey luego de haber salido de su casa la noche del jueves.
Oficiales de policía municipales ubicaron al joven de 11 años de edad de nombre Ángel, alrededor de las 22:00 horas, sobre la avenida Cuauhtémoc, entre las calles Padre Mier e Hidalgo.
El menor se encontraba sentado en una banca al lado de un adulto que hizo las señas a los elementos policiacos que se acercaban al lugar, para informar que minutos antes lo encontró en ese lugar.
Al ser abordado, el niño dijo se salió de su domicilio y no quiere regresar, presuntamente por problemas con su padrastro.
Ante tal situación, el menor, con domicilio en la colonia Carranza, quedó a disposición de autoridades del Sistema del DIF, para resolver su situación e investigar los problemas familiares que refiere.
¿Qué implica la violencia familiar?
La violencia familiar, también conocida como violencia doméstica o violencia intrafamiliar, implica cualquier forma de abuso físico, emocional, sexual o económico que ocurre dentro del ámbito familiar o doméstico. Esta forma de violencia puede ocurrir entre miembros de la familia, cónyuges, parejas íntimas, niños, ancianos y cualquier otra persona que resida en el hogar.
Las formas comunes de violencia familiar incluyen:
Violencia física: Incluye golpes, patadas, puñetazos, estrangulamiento, arrojar objetos, uso de armas u otros medios para infligir dolor físico.
Violencia emocional o psicológica: Implica amenazas, intimidación, humillación, insultos, manipulación emocional, control coercitivo, aislamiento social y cualquier otra conducta destinada a degradar o causar sufrimiento emocional.
Violencia sexual: Incluye cualquier tipo de contacto sexual no deseado o coercitivo, abuso sexual, violación o explotación sexual dentro del contexto familiar.
Violencia económica: Implica el control financiero, la negación de acceso a recursos económicos, la limitación del acceso al empleo o la educación, el robo de dinero u otros recursos financieros, y cualquier otro comportamiento que afecte negativamente la estabilidad económica de la víctima.
La violencia familiar puede tener consecuencias devastadoras para las víctimas, incluyendo lesiones físicas, trauma psicológico, problemas de salud mental, dificultades económicas, y en algunos casos, incluso la muerte.
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