Tras realizar la necropsia de ley al joven Julio Enrique García, quien perdió la vida durante este sábado al interior de un centro de rehabilitación, los médicos forenses dictaminaron que la causa de la muerte fue un infarto agudo al miocardio.
Elementos de Protección Civil y Secretaría de Salud continúan con las investigaciones para saber si la vivienda que era utilizada como anexo contaba con todos los permisos, de no ser así, el lugar permanecerá clausurado.
Así ocurrieron los hechos…
Muerto y con presuntas marcas de haber permanecido esposado de las manos, fue localizado un joven en las instalaciones de un anexo denominado "Un lugar para soñar", ubicado en el fraccionamiento Urdiñola.
Como Julio Enrique García Barajas, de 27 años, fue identificado el cuerpo del individuo quien apenas este sábado por la mañana había sido llevado a anexar por sus padres, ya que presuntamente era adicto a las drogas.
Jesús Leiva, de 19 años, encargado de seguridad del lugar, señaló ante las autoridades que a las 8:00 de la mañana habían recibido a Julio Enrique.
Aseguró que desde que llegó se encontraba incontrolable ya que alucinaba que el piso era ácido y que se lo estaban comiendo.
Lanzaba golpes por lo que le fueron colocadas unas esposas, siendo más tarde que perdió el conocimiento y al checarle los signos vitales, ya no contaba con vida.
La doctora del anexo, debido a que se encuentra embarazada, dio instrucciones a un interno para que diera reanimación cardiopulmonar, pero Julio Enrique ya no reaccionó.
Pablo Enrique, padre del occiso, señaló que por voluntad junto a su esposa habían llevado a anexar a su hijo, cuando por la tarde recibió una llamada del lugar en la que le informaron que éste presuntamente había convulsionado y broncoaspirado.
JVS