Las cabañuelas son pronósticos climáticos basados en los primeros 12 días de enero, un método utilizado principalmente por agricultores y personas de avanzada edad para tratar de identificar el clima de los 12 meses del año.
Desde el pasado primero de enero comenzaron las cabañuelas, como se le conoce a este pronóstico del tiempo de confiabilidad limitada, mayormente utilizado por personas que se dedican al campo, pues según, se pueden identificar los meses con periodos de lluvia.
"Eran utilizadas por los campesinos para saber cómo les iba a ir en las siembras, si iba haber agua y se basaban en esos primeros 12 días de cómo iba a estar su sembradío", comentó Jaime Arredondo.
Esto consiste en los primeros 12 días de enero, los cuales representan los 12 meses, por lo que las condiciones climáticas del día correspondiente al mes, podría dar un pronóstico limitado de las de los meses consecutivos.
“Las cabañuelas te indican los primeros 12 días del mes supuestamente de cómo va a estar el clima de todo el año, los primeros 12 días de enero te indica cómo va a estar el ao, cada día es un mes del año, te indica si hará frío, aire, aire, cada día te dice lo que va a pasar”, señaló Jaime Arredondo.
Si bien en la actualidad existen ya métodos para saber las condiciones climáticas de una manera más acertada, las personas adultas y los ejidatarios suelen poner atención a este fenómeno y tener sus propios pronósticos para los meses.
¿Cuál es el origen de las Cabañuelas?
Desde hace aproximadamente 35 mil años antes de Cristo, este tipo de predicciones se hacían con base en la Luna, lo que permitió al hombre poder cazar y pescar de acuerdo a las condiciones climatológicas.
Se tiene la creencia que las cabañuelas surgieron en España a raíz de la “Fiesta de los Tabernáculos”, en la que los judíos recordaban los 40 años en que su pueblo tuvo que caminar por el desierto del Sinaí, en busca de la Tierra Prometida, la cual incluía ritos en los que se predecía el tiempo.
El origen de “las cabañuelas” en México proviene de los aztecas, quienes a su vez adoptaron este conocimiento de los mayas, pues en ambos casos su calendario consistía de 18 meses con 20 días cada uno. Los primeros 18 días de enero servían para cada uno de los meses y los dos días restantes predecían otros fenómenos.
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Los agricultores estudiaban los cambios climáticos durante los primeros días de enero para conocer el pronóstico del tiempo durante los 12 meses del año. Por ejemplo, si para el día 10 de enero llovía o hacía frío, el mes número diez (que en este caso corresponde a octubre) ocurriría un fenómeno similar.
Con base a este tipo de análisis, sabían en qué mes podían sembrar o realizar otro tipo de actividad. Para los campesinos es una prioridad llevar la lectura de las cabañuelas porque gracias a este estudio empírico, podrán predecir los meses de lluvias y sequías para sembrar y obtener buena cosecha.
Quienes se valen de este método, deben llevar una bitácora del clima de cada día de enero, anotar las características del cielo, la temperatura, el viento y después relacionar ese día con el mes que le corresponde.
Los agricultores se ayudaban con esta técnica, sin embargo, esta tradición se ha ido perdiendo debido a que el cambio climático que ha vivido el mundo en las últimas décadas, ha modificado sus resultados.
Con información de Maru Alvarado...
JVS