Este sábado 14 de octubre sucederá un fenómeno astronómico que ha captado la atención de muchas personas, nos referimos al eclipse solar anular, en el cual la Luna irá tapando el sol en un punto alejado de la órbita terrestre, lo que dejará un anillo solar visible, mismo que también es conocido como 'aro de fuego'.
En territorio nacional se podrá observar el eclipse en distintos estados como Baja California Sur, Quintana Roo, Campeche y Yucatán; de igual forma podrá observarse desde la Ciudad de México, en donde se podrá ver en un 70% y, pese a que la transición tendrá una duración de dos horas, la fase anular únicamente durará cuatro minutos, así lo explicó a TELEDIARIO la astrónoma, física e investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Julieta Fierro.
“Sólo hay dos eclipses al año, de Sol o de Luna, la sombra de la Luna es bien chiquita así que ver un eclipse es un logro padrísimo, es emocionante lo que va a pasar: el centro de la luna va a pasar exactamente delante del centro del sol. No lo va a cubrir totalmente, se va a quedar un anillo brillante alrededor, por esa razón es anular, no se hará totalmente de noche ni se van a ver las estrellas; el peligro es que el sol brilla mucho y puede lastimar los ojos, así que no hay que verlo directo”, mencionó la académica.
Creencias prehispánicas sobre los eclipses
Julieta Fierro señaló que, para nuestros ancestros, los eclipses eran un fenómeno muy importante y de cierto respeto, incluso menciona que el día en que se fundó Tenochtitlán hubo un eclipse, mismo que fue representado como el águila devorando a una serpiente encima de un nopal.
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“El mito de que el águila se posó sobre un nopal de tunas rojas y maduras, era la representación de los corazones humanos, de sacrificio; el águila representaba el Sol porque ambos recorren la bóveda celeste; el Sol se posó en donde había sacrificios humanos y hubo un eclipse, así que decidieron fundar Tenochtitlán. Cuando vieron la piedra fundacional de México, el símbolo de hablar de los mexicas era una serpiente que sale de la boca, para ellos el águila habló, pero los españoles pensaron que se estaba comiendo una serpiente por eso en la piedra fundacional no hay ninguna serpiente, es el águila hablando”, describió.
De igual manera, la astrónoma explicó lo que los eclipses representaban para el pueblo mexica, además de las creencias y costumbres que tenían alrededor de dicho fenómeno.
“Para los mexicas, el eclipse se veía el sol comido, a las mujeres embarazadas se les ponía un pedazo de obsidiana para evitar que nacieran los bebés con la boca sumida, se asustaban de que nacieran con labio leporino, en esos días también sacrificaban a los albinos”, explicó la científica.
En cuanto a los mayas, éstos también tenían sus creencias, incluso se menciona que ellos podían predecir cuándo ocurriría uno de estos fenómenos.
“Para los mayas era padrísimo: no solo podían predecir los eclipses, también los tránsitos de Venus, el planeta es tan chiquito que parece una pelotita que va avanzando delante del Sol, por eso en la zona maya hay un alto relieve en el que hablan de todo esto, hay caballeros águilas que parecen arcángeles, es una maravilla. Todas las culturas tienen ideologías diferentes, en China se decía que la luna se comía al sol”, añadió.
Julieta Fierro recordó que estos fenómenos naturales ayudaban a nuestros ancestros a saber qué iba a pasar en los próximos días, años y décadas.
DR