Este viernes se cumplen dos meses de la desaparición de una mujer de la tercera edad, originaria de Colombia, la cual fue vista por última vez en un rancho del municipio de Ramos Arizpe, sin que a la fecha, las autoridades tengan algún indicio sobre su paradero o la forma en que abandonó esta propiedad sin la ayuda de terceras personas.
El fiscal general del estado, Gerardo Márquez Guevara, afirmó que las diferentes acciones que se han realizado, no les permiten contar con una línea de investigación sólida.
“Continuamos buscando, no hay ningún rastro que nos permita fortalecer alguna línea de investigación, seguimos trabajando, no dejaremos de buscarla hasta que no tengamos algo cierto, no queremos aventurarnos todavía, porque no tenemos algo que nos indique con certeza por donde investigar, no tenemos ninguna referencia, o ningún antecedente por lo menos en los últimos años”.
A dos meses desde el día en que la señora Marta Granados, fue vista por última vez por su esposo, en el rancho Las Rusias, las autoridades, familiares y pobladores de varios ejidos, han participado en operativos de búsqueda en lugares tan cercanos como las comunidades aledañas, como en puntos tan alejados como el municipio de San Juan del Rio, en Querétaro, donde reside la familia desde hace varios años, y no han podido dar con su paradero.
El fiscal general del estado, afirma que se trata de un caso complejo, que no tiene comparación con cualquier otro que se haya presentado en la Fiscalía, ya que la mujer de origen colombiano desapareció en medio de un inmenso terreno, sin dejar algún rastro que permita identificar qué rumbo tomó, o cómo fue que logró salir de la propiedad privada, sin la ayuda de otra persona.
Por su parte, la familia de Marta Granados, asegura que las autoridades han suspendido la búsqueda en campo, en espera de un análisis de varios restos forenses que se localizaron en la zona cercana al punto de desaparición.
Por su parte, la familia sigue en la búsqueda, no solamente en Ramos Arizpe, sino que esta labor los ha llevado a municipios de Nuevo León, sin tener éxito en la localización de su madre. La familia, radicada en Querétaro desde hace varios años, vio cambiar su vida con la desaparición de Marta Granados, ya que tuvieron que suspender sus actividades en la empresa que tienen, y se dedican a tiempo completo en recorrer caminos de terracería, arroyos, y rancherías de Ramos Arizpe, Saltillo y Monclova.
Martha Granados, es más que la mujer colombiana que desapareció en Ramos Arizpe. Nacida en Bogotá, Colombia, estudió y se graduó como bacterióloga. Durante más de 30 años trabajó en un hospital infantil, en el turno de la noche, donde era la encargada de tomar las muestras a todos los niños que arribaban con alguna emergencia al centro de salud. Al paso del tiempo formó una familia con Carlos Castelblanco, con quien tuvo dos hijos. Al alcanzar la etapa de jubilación, se dedicó a acompañar a su esposo en sus viajes de trabajo y cambió su residencia a México, en el estado de Querétaro.
Martica, como le dicen sus familiares, es una mujer que disfruta pasar el tiempo con su familia, principalmente con su esposo, sus hijos, sus nueras y sus nietos, que compensan la falta que le hacen sus hermanas y sobrinos, que se quedaron en Colombia. Su hijo, Juan Castelblanco, afirma que es una mujer de muy buen corazón, una excelente madre, que siempre trabajó muy duro para darles las mejores condiciones de vida y que siempre buscó que sus hijos y sus nietos se formaran como personas con valores y con el respeto hacia las demás personas.
Mientras las autoridades reanudan las labores de búsqueda en campo, los hijos y el esposo de Marta la siguen buscando sin descanso, con la esperanza de volverla a ver, y olvidar esa pesadilla iniciada hace dos meses, en un rancho en el municipio de Ramos Arizpe.
JVS