Esta leyenda se desarrolla en el corazón de la ciudad de Gómez Palacio, y relata que durante las noches, en el tramo de las vías del tren entre las calles Zaragoza y Vergel, aparece una hermosa mujer. Esta misteriosa figura viste un camisón y un velo de gasa, destacando por su larga cabellera rubia.
Se la ha visto pasear entre los vagones y seguir con cautela a quienes transitan por el lugar por la noche, no con la intención de alcanzarlos, sino de manera sigilosa. Algunos que han vivido esta experiencia cuentan que se han atrevido a mirar de reojo, no por la apariencia terrorífica del espectro, sino por el temor que les provoca. Cuando la figura les ha pedido que se acerquen, en lugar de acercarse, los ha asustado, haciéndolos correr en la dirección opuesta.
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Un joven que regresaba a casa después de visitar a su novia en la colonia El Bosque, ubicada a unas cuadras de la zona, pasó por las vías poco después de las dos de la mañana. Vio a la bella mujer paseando de manera coqueta, lo que inicialmente le fascinó. Decidió caminar más despacio esperando que ella lo alcanzara, pero esto no ocurrió. Sin embargo, al notar que la figura parecía flotar, sintió un escalofrío y corrió lo más rápido que pudo durante lo que le pareció la cuadra más larga de su vida. Cuando miró hacia atrás, la bella mujer ya había desaparecido.
¿Quién es la Dama de medianoche?
Según los relatos de los residentes de la zona, la figura ahora conocida como la Dama de la Medianoche fue en su momento la esposa de un adinerado hombre de origen árabe. Este individuo era extremadamente celoso y sometía a la mujer a abusos continuos.
Hasta que un día, cansada de los constantes maltratos, la hermosa dama emprendió una desesperada huida en dirección a las vías del tren. Lamentablemente, el celoso hombre árabe la alcanzó y le propinó una paliza tan brutal que le arrebató la vida, abandonando su cuerpo en las vías.
Aquellos que han oído esta leyenda evitan seguir su camino por ese lugar. En su lugar, recurren a actos religiosos como santiguarse y rezar, además de optar por rutas alternas. A pesar de que el tiempo ha avanzado y algunas calles han cambiado de nombre, muchas casas han sido remodeladas y sus fachadas han sido modificadas, las historias de antaño siguen intrigando a los jóvenes que las escuchan con asombro.
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