Elda Adriana Valdez Montoya, de 32 años, es originaria de Torreón (Coahuila) y desapareció el 10 de agosto de 2020 en Guadalajara. La última vez que la vieron, fue en el Centro Histórico.
Sin embargo, pese a que su madre Refugio interpuso una denuncia por desaparición en la Fiscalía del Estado de Jalisco, parece que Elda es invisible para el gobierno ya que su cédula de desaparición no existe en el Registro Estatal de Personas Desaparecidas.
“En el listado de personas desaparecidas mi hija no aparece y ya mi hija tiene tres años, seis meses y nueve días que no sé absolutamente nada de ella”, comentó Ma del Refugio Montoya Herrera.
¿Qué se sabe de la desaparición de su hija?
Elda es madre de cuatro hijos: una joven de 18 años, unos cuates de 16 y un niño de 15 años. En la pandemia por covid-19, Elda se quedó sin trabajo, así que desesperada por mantener a sus hijos, decidió mudarse a Guadalajara donde fue contratada en un bar.
Dos semanas después, un presunto amigo de Elda se comunicó con Refugio para decirle que su hija había desaparecido pues no sabían nada de ella desde el día anterior. Refugio confiesa que, a veces, piensa que este amigo tiene información relevante de la desaparición de su hija.
“Yo a veces pienso que él sabe dónde está mi hija, quién se la llevó, sabe si le hicieron daño porque esa misma noche una mujer me llamó por teléfono y me dijo que esa misma madrugada la habían matado pero, ¿dónde está?, ¿dónde se encuentra mi hija?, ¿dónde la recupero?”
En más de tres años, la Fiscalía del Estado de Jalisco no ha proporcionado a Refugio ningún avance en la investigación. Y “ahora resulta que ni siquiera existe en la lista de personas desaparecidas”, según la madre.
La búsqueda no cesa incluso desde otro estado
Para Refugio, de 65 años, es complicado buscar a su hija en Jalisco ya que ella reside en Torreón y cuida a sus cuatro nietos, hijos de Elda. Además sus posibilidades económicas sólo le han permitido venir en cinco ocasiones.
“En mayo pasado fue la última vez que fui porque el CEEAVJ (Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas Jalisco) pone muchas trabas para el apoyo económico para los pagos”, señaló Refugio.
La madre agregó que los empleados del CEEAVJ, como si costearan estos gastos de su bolsillo, siempre complican el proceso para que Refugio venga a Guadalajara.
“Fui para una marcha del 18 de mayo, he intentado ir varias veces pero por la situación económica no me puedo mover tanto”.
Esta madre sólo pide al gobierno de Jalisco no desaparecer a los desaparecidos en el registro estatal, y que por supuesto, se lleve a cabo la localización de su hija.
MRG