Aunque llegó a escuchar que la mecánica no era un oficio para mujeres, desde pequeña Yazmín fue apasionada del trabajo de su papá y las herramientas, pues recuerda que prefería las llaves y los desarmadores que las muñecas.
Desde el 2017, Yazmín Ortiz Castro se desempeña como mecánica en un taller de reparación de motocicletas y en sus días libres ayuda a su papá en la reparación de máquinas de coser industriales.
“La primera vez me dio mucho medio, pues por ser mujer te discriminan pero nada de eso me detuvo, yo dije yo puedo y adelante. Si me ha tocado gente que por ser mujer no quieren que yo arregle sus unidades, nunca le decimos quién la arregló y calan las motos y preguntan quién la reparó, le dicen que fui yo y ya me piden disculpas”, manifestó.
En un oficio familiar, fue aprendiendo el oficio al acercarse a su papá y hermano, por lo que con gran entusiasmo realiza labores de servicio y reparaciones a motocicletas y cuatrimotos, actividad de la que se sienten orgullosos sus hijos de ocho y cuatro años.
“Hago servicios, cambio de aceite, cambio llantas, pongo balatas y bujías en las motos y de las máquinas industriales hago mantenimiento y cambio rodillos”, compartió.
Al recibir el apoyo de su familia para aprender el oficio que aunque puede ser considerado para hombres, siempre la impulsaron a lograr sus objetivos.
“Ya ahorita toda las mujeres tenemos diferentes tipos de oficio para hacer de todo y ya nada nos detiene, no hay que tener miedo nunca es tarde para aprender y del esfuerzo siempre viene el éxito”, concluyó al invitar a las mujeres a atreverse a desempeñar aquellos oficios que están estereotipados para los varones.