Un presunto integrante de un grupo criminal, fue detenido con armas, cargadores y droga en el municipio de Guadalupe.
Fue en la calle Arroyo La Talaverna, entre Zanja y Paseo de los Nísperos, en la colonia Paseo de San Miguel en donde se registró la captura por elementos de Fuerza Civil.
El ahora detenido viajaba a bordo de un vehículo Sentra que coincidía con la información que ya tenían los uniformados, por lo que marcaron el alto a Cristian, de 39 años.
Para posteriormente realizar una revisión de rutina, en la que encontraron un arma larga abastecida con 30 balas, un arma corta abastecida con 10 balas; siete cargadores con 90 cartuchos, 40 envoltorios con cristal, ocho bolsas con marihuana, una placa de circulación, un chaleco balístico, así como dinero en efectivo y dos celulares.
El Grupo de Coordinación para la Seguridad de Nuevo León, informo que el hombre sería un presunto integrante de un grupo de la delincuencia organizada que ha generado violencia en el Estado, y que era buscado por las autoridades.
Por lo que fue puesto a disposición de la autoridad correspondiente.
¿Qué implica la delincuencia organizada?
La participación en la delincuencia organizada implica formar parte de grupos estructurados y jerárquicos que llevan a cabo actividades delictivas de manera sistemática y coordinada. Estos grupos comparten un objetivo común, como obtener beneficios financieros mediante actividades ilegales como el tráfico de drogas, la trata de personas, el contrabando, la extorsión y el lavado de dinero, entre otras prácticas ilícitas.
Las organizaciones criminales operan a diferentes niveles, ya sea internacional, nacional o regional, y suelen tener una presencia significativa en diversas áreas. La delincuencia organizada no se limita solo a la ejecución de actividades delictivas, sino que implica también la planificación, coordinación y gestión estructurada de estas actividades.
Entre las características comunes de la delincuencia organizada se encuentran la existencia de una jerarquía clara, la especialización de roles, el recurso a la violencia como medio para alcanzar sus objetivos, la corrupción de funcionarios públicos, la capacidad de adaptarse a cambios en el entorno legal y social, y el uso de redes complejas para llevar a cabo sus operaciones.
Combatir la delincuencia organizada representa un desafío significativo para las autoridades, ya que estos grupos suelen contar con considerables recursos, operar de manera altamente clandestina y disponer de una estructura que les permite eludir la acción de la justicia. La cooperación internacional y la implementación de estrategias integrales son fundamentales para abordar de manera efectiva este fenómeno.
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